El botín de Maduro se guarda en África

Lo que voy a contarles hoy es una exclusiva que confirma dónde están yendo los altos cargos del chavismo con maletas repletas de dinero y lingotes de oro.

Muchos piensan que Nicolás Maduro, Diosdado Cabello o Padrino López huirían algún día a Cuba, Nicaragua, Colombia o Brasil. Pero la realidad es otra: hace más de dos meses y medio que funcionarios de alto rango del régimen bolivariano viajan a dos países africanos. Y no viajan solos: les acompañan cajas de hierro, documentación, dinero en efectivo y oro.

Esos países son Guinea-Bisáu y Guinea Ecuatorial. Dos dictaduras amigas del chavismo, que fueron de las pocas en felicitar a Maduro tras el fraude electoral del año pasado. Países que, además, funcionan como pasillo clave para el narcotráfico del cártel de los soles hacia Europa. Desde Venezuela la cocaína llega a Bisáu, de ahí a Guinea Ecuatorial, y finalmente entra al continente europeo.

Les muestro pruebas: un avión privado Cesna 550, matrícula IV2286, que salió del aeropuerto de Valencia (Venezuela), hizo escala en Managua y aterrizó en el aeropuerto internacional Osvaldo Vieira de Bisáu. A bordo viajaban cinco hombres y una mujer. Al aterrizar, nueve todoterrenos blindados Suzuki 4×4 negros esperaban para escoltar a los pasajeros y, sobre todo, a las maletas.

El operativo se repite cada diez días. Llegan, se alojan en hoteles bajo máxima seguridad, no permiten ni al personal de limpieza entrar en sus habitaciones y se registran siempre con el mismo alias: VZLA (Venezuela). Llegan cargados y se marchan ligeros.

No les quepa duda: el dinero y el oro de los venezolanos está siendo depositado en Guinea-Bisáu y Guinea Ecuatorial. Y no viajan solos: en estos traslados están implicados embajadores bolivarianos que reciben personalmente a los funcionarios a pie de hotel.

Lo más grave es que esta información confirma algo más que un simple saqueo. Se trata de la construcción de un refugio internacional para el chavismo, sostenido con dinero manchado por la droga y la corrupción.

Quiero agradecer a los confidenciales que se juegan la vida obteniendo estas imágenes y datos. Algún día espero poder dar sus nombres. Mientras tanto, que quede claro: el final de Nicolás Maduro está cerca y estas pruebas ayudan a estrechar el cerco.