Los confidenciales hablan: del abandono del Rey al “autónomo premium” de Salou

En Castillón Confidencial siempre digo que no estamos solos. Somos una comunidad que investiga, comparte y denuncia lo que otros prefieren callar. Y hoy quiero dedicar este espacio a algunos de los mensajes de los confidenciales que me han llegado en directo y que reflejan mejor que nada el sentir de la calle.

Sofía, desde Italia, me envía una fotografía con mala leche política: una botella de ron llamada “Viuda de Sánchez”. Ella misma lo resume con ironía: “Mira lo que he encontrado. No hace falta añadir más”.

Otro oyente, desde la playa de Salou, retrata la estampa del verano: decenas de manteros con fardos de falsificaciones en plena arena. Lo llama el “autónomo premium”: “No paga cuota, no paga IVA, no presenta el trimestre y encima recibe el ingreso mínimo vital. Gracias, Pedro”. Un sarcasmo que duele porque es verdad: mientras al autónomo real se le exprime, el ilegal campa a sus anchas.

También recibí testimonios sobre la monarquía. Un oyente apunta: “El Rey llevaba un pin arcoiris, signo de la Agenda 2030. Leonor ya ha sido adoctrinada. Felipe VI es un traidor más. Debería haber un referéndum para eliminar la monarquía”. Duro, pero refleja el desencanto con una institución que muchos sienten ausente.

Minerva, por su parte, me manda un recuerdo estremecedor: los años del plomo de ETA en Madrid. Cuenta cómo las papeleras desaparecían, cómo su tío resultó herido por los cristales de una explosión, cómo un kiosquero quedó sordo de por vida. Y concluye con indignación al ver a los mismos terroristas de entonces en las instituciones de hoy.

Otros mensajes, más sarcásticos, apuntan a las leyes absurdas. Uno de ellos me dice: “Yo tendría 800 gallinas y no las censaría. Solo por saltarme esta ley ridícula”. Humor con fondo de protesta, porque cuando el ciudadano ya no respeta una norma es que esa norma carece de sentido común.

Lo que une a todos estos confidenciales es la misma idea: desconfianza en el Estado, sensación de abandono y la certeza de que solo queda la voz ciudadana para denunciar lo que ocurre.

Por eso este espacio es suyo. Ustedes son quienes, con sus fotos, sus recuerdos y sus mensajes, me ayudan a contar lo que de verdad pasa en España.