El padre Ángel cierra la mezquita en la catedral de Justo: una victoria de la fe y del sentido común

Hace unas semanas les conté en este mismo programa que el padre Ángel, responsable actual de la catedral levantada por Justo Gallego en Mejorada del Campo, había instalado una mezquita y una sinagoga dentro del templo, además de permitir actos no religiosos en un espacio que Justo había consagrado a la Virgen del Pilar.
Pues bien, hoy puedo confirmar que la mezquita ha sido cerrada.
Una noticia que llega gracias a la presión ciudadana, a las denuncias públicas y, sobre todo, a la fe de quienes defendieron la intención original del hombre que dedicó su vida a construir aquella catedral con sus propias manos.
El abogado José Andrés, habitual en las concentraciones de Ferraz y defensor de causas cívicas, fue quien denunció la situación públicamente con un vídeo que se hizo viral. Hablé con él y me lo confirmó:
“El padre Ángel ha dado marcha atrás. La mezquita se retira. Es una victoria del rezo, de la denuncia y de la unión de los vecinos de Mejorada. Justo dedicó su templo a la Virgen del Pilar, y eso debe respetarse.”
No es una cuestión religiosa, es una cuestión de decencia y respeto.
No se puede transformar la obra de un hombre de fe en un centro multirreligioso de exhibición, como si todo fuera lo mismo.
Justo Gallego no construyó su catedral para el turismo ni para el ecumenismo superficial de los nuevos tiempos.
La construyó para Dios, para España y para la Virgen del Pilar.
El propio José Andrés lo explicó con sencillez:
“El padre Ángel se excusa diciendo que los musulmanes del pueblo ya tienen su mezquita, pero lo cierto es que ni siquiera usaban la que había dentro de la catedral. La presión social ha funcionado.”
La sinagoga aún sigue instalada, y dentro del templo continúan celebrándose conciertos y actos que nada tienen que ver con el culto católico.
José Andrés lo deja claro:
“Es una victoria parcial. Hay que seguir presionando hasta que se cumpla la voluntad de Justo. Esa catedral fue, es y debe seguir siendo católica.”
Coincido plenamente.
Es una victoria moral en tiempos donde la fe es atacada y la corrección política se impone a la verdad.
La retirada de la mezquita no es solo un gesto simbólico: es una señal de que la gente puede hacer retroceder el abuso.
Y aunque quede camino por recorrer, hoy podemos decirlo alto y claro: la catedral de Justo vuelve a ser, poco a poco, lo que él soñó.
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