Cerdán comentó en prisión que si salía no le volverían a ver por allí

Me cuentan fuentes penitenciarias que Santos Cerdán, uno de los hombres clave de la trama del 2 %, llegó a decir entre rejas una frase tan breve como reveladora: “A la que salga, no me vuelven a ver por aquí.” No sabemos si lo dijo en serio o como una bravata propia de prisión, pero la frase existe. Y el riesgo de fuga, también.

Hoy, los cuatro del Peugeot están en la calle. Todos. La banda criminal que durante siete años ha estado operando desde las instituciones, haciendo negocios con mascarillas y cobrando el famoso porcentaje, vuelve a ser libre. Y quienes conocen este tipo de perfiles aseguran que los riesgos más altos se concentran precisamente en Cerdán y en José Luis Ábalos, que mantienen capacidad, contactos y estructura suficiente como para desaparecer si quisieran.

Retirarle el pasaporte no soluciona nada. Ya lo vimos con Rodríguez Menéndez, que aun sin pasaporte entró en una comisaría, pidió un duplicado por extravío y salió del país. Huir en España no es difícil cuando uno tiene medios y voluntad. Y países como Irlanda o Chipre, dentro del espacio europeo, permiten saltar a terceros países sin controles estrictos. Si Cerdán quisiera marcharse, podría hacerlo.

Por eso sorprende —y preocupa— que el juez lo haya dejado en libertad. Y surge la pregunta que se hace hoy media España: si los implicados fueran de Vox o del PP, estarían también en la calle? Porque hay casos donde por mucho menos se han impuesto condenas de décadas. La doble vara de medir es ya obscena.

Lo que sabemos es esto: la banda sigue libre. Y sigue moviendo dinero, influencias y favores desde posiciones de poder. Mientras algunos miran hacia otro lado, nosotros seguimos donde debemos: señalando, investigando y vigilando.

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