Indra y el fraude electoral del 23J: cuatro años investigando lo que nadie quiere investigar

Durante casi cuatro años este humilde espacio, Castillón Confidencial, ha trabajado en silencio sobre un asunto que debería preocupar a cualquier demócrata: el fraude electoral en España.

Siempre es la misma empresa la que gestiona nuestros procesos electorales: Indra, participada por el Grupo Prisa, tan cercano al PSOE. ¿Qué puede salir mal? Entrevistamos a exgerentes de la compañía y lo reconocieron sin rodeos: “Por poder se puede, y es bastante fácil. Otra cosa es demostrarlo, pero herramientas hay.”

El testimonio más demoledor lo dio la esposa de un alto cargo de Indra. Una semana antes de las elecciones, su marido ya le había dicho quién iba a ganar y con cuántos escaños. No falló ni uno. Cuando ella le preguntó si estaban manipulando las elecciones, la respuesta fue clara: “Cállate y no digas nada.”

A pesar de estas acusaciones, ni PP ni Vox quisieron abrir una investigación. Sánchez, con el plan trazado, convocó elecciones el 23 de julio, en pleno verano, para disparar el voto por correo. El resultado: un 99% más de votos por correo que en las anteriores generales, más de 2,5 millones de papeletas.

Colocaron al frente de Correos a Leire Díez, mano de confianza, y detrás estaba Juan Manuel Serrano, íntimo amigo de Sánchez. Con pérdidas millonarias en Correos, Serrano fue después premiado con un nuevo cargo. Así funciona el sistema: si eres fiel, asciendes aunque seas inútil.

Hoy, nuevos testimonios como el de Víctor de Aldama apuntan otra vez a lo mismo. Habla de manipulación en IFEMA, el centro de proceso de datos. ¿Qué ocurrió allí? ¿Qué pasó con las sacas del voto por correo?

Mi conclusión, después de años de investigación junto al perito informático Gabriel Araujo, es clara:
en España hay fraude electoral. Lo hemos denunciado durante años, tenemos pruebas, y nadie lo investiga. Quizá haya llegado el momento.

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