La amistad entre Feijóo y el CEO de Indra

Durante cuatro años hemos investigado si en España existe fraude electoral, y cada vez estamos más convencidos de que sí.
Hemos hablado con testigos, recibido información confidencial y verificado documentos. Sin embargo, cuando alguien de dentro —como Víctor de Aldama, la garganta profunda del caso Koldo— afirma públicamente que Indra pudo estar implicada en amaños de papeletas, lo que ocurre es… nada. Silencio absoluto.

Ese silencio es más ensordecedor cuando viene del Partido Popular, que es el principal perjudicado si aquello fuera cierto.
¿Y por qué callan?
Porque quizá hay algo que no quieren que salga a la luz.

Siguiendo las pistas, llegamos a Moaña, un pequeño municipio gallego frente al Atlántico. Allí, Alberto Núñez Feijóo construyó un chalet en terreno inicialmente rústico y no edificable, que acabó recalificándose en 2013, justo a tiempo para levantar su vivienda.
El proyecto declarado costó 215.000 euros, aunque su valor real superaba el millón.
Recibió además una subvención pública de casi 50.000 euros para ampliar el acceso al chalet, y la Fiscalía Anticorrupción llegó a investigarlo.

Pero el punto clave no es la casa, sino a quién se la vendió.

En 2021, Feijóo vendió su chalet a José Vicente de los Mozos, entonces presidente de IFEMA y alto ejecutivo mundial de Renault. Lo hizo por algo más de un millón de euros, aunque en su declaración oficial ante la Xunta solo reflejó 481.000.
Poco después, De los Mozos fue condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica por el propio Gobierno de Sánchez.

Y aquí viene el giro: meses después de dejar Renault, en mayo de 2023, José Vicente de los Mozos fue nombrado consejero delegado de Indra, la empresa encargada de gestionar los sistemas de recuento electoral en España.
En ese momento, el presidente de Indra era Marc Murtra, un hombre del entorno del PSOE.

El resultado: el presidente socialista de Indra y el consejero delegado, íntimo amigo del líder del PP.
Un equilibrio tan “perfecto” que hace imposible saber quién vigila a quién.
Y así, entendemos por qué el PP mira hacia otro lado cuando alguien cuestiona a Indra.

¿Casualidad que el hombre que compró el chalet de Feijóo dirija hoy Indra?
No lo creo.
En este país, los partidos deciden los altos cargos de las instituciones, y quizá también —presuntamente— quién gana o quién pierde las elecciones.
Esto huele mal, muy mal.
Por eso seguiremos investigando. Porque cuando la verdad se esconde entre favores, recalificaciones y silencios, alguien tiene que contarlo.

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