“La izquierda se mantiene viva por la violencia, la cancelación y el control de la información”
Hay frases que te obligan a frenar, a mirar alrededor y a preguntarte:
¿En qué momento dejamos de darnos cuenta de lo que nos estaban haciendo?
En mi conversación con Julio Bronchal, perito psicólogo judicial, hubo un instante así.
Me dijo:
“La izquierda se mantiene viva por la violencia, la cancelación y el control de la información.”
Y no se refería a una ideología, sino a la maquinaria de poder que hoy opera en España.
Según Julio, el gobierno utiliza una técnica psicológica conocida como inundación emocional: saturar a la sociedad con escándalos constantes hasta que la gente deja de reaccionar. El objetivo es insensibilizar. Que nada sorprenda. Que nada indigne.
Que nada importe.
Cada nuevo caso tapa el anterior.
Cada escándalo sirve para normalizar el siguiente.
Julio lo explicó con crudeza:
“Nos han acostumbrado a lo inasumible.
La población ha desarrollado indefensión aprendida.”
Indefensión aprendida significa esto:
acabamos creyendo que no se puede hacer nada, aunque lo que tenemos delante sea un abuso flagrante.
Y es verdad: hoy vemos corrupción, enchufes descarados, impunidad absoluta…
y ya apenas nos movemos.
Antes, un ministro dimitía por un máster.
Hoy, un presidente sobrevive a tramas de favores, tráfico de influencia y financiación irregular.
Pasemos a la otra frase demoledora de este artículo.
“Sánchez ha convertido España en un caballo de Troya de China”
Lo dijo Luis Losada, periodista económico de Distrito TV.
Y no fue una metáfora.
Fue una conclusión basada en hechos: acuerdos estratégicos, decisiones energéticas y movimientos en redes chinas como TikTok, plataforma que cede información al Gobierno chino.
Losada lo resumió así:
“China obtiene la puerta de entrada, Sánchez obtiene propaganda gratis.”
Mientras tanto, el gobierno destina 220.000 euros al día —sí, al día— en comunicación digital.
Y los ciudadanos, con salarios congelados y precios disparados, financiamos nuestra propia propaganda.
España no vende influencia, la compra para mantenerse en el poder.
Y el instrumento perfecto es TikTok:
red diseñada para generar adicción, bloquear pensamiento crítico y moldear opinión.
¿Dónde queda el ciudadano?
Bronchal fue claro:
“El objetivo es convertir al ciudadano en súbdito.”
Se destruye la clase media, se impulsa la dependencia del Estado y se repite el ciclo:
más pobreza, más paguitas, más control.
Es una estrategia milimétrica:
- Te empobrezco.
- Te doy una ayuda mínima para que no muerdas.
- Te digo a quién tienes que agradecerlo.
La libertad no desaparece de golpe.
Se diluye.
Lo más inquietante
No es que el poder use manipulación emocional.
Lo más inquietante es esto:
Funciona.
Funciona porque la población está exhausta.
Funciona porque nos han saturado hasta el punto de dejar de sentir.
Por eso necesitan propaganda.
Por eso temen la libertad de expresión.
Por eso persiguen la disidencia.
No es política.
Es control psicológico.
Y mi conclusión personal
Lo que Julio Bronchal y Luis Losada describen no es un gobierno gestionando un país.
Es un gobierno gestionando una narrativa.
Sin control social, no sobreviven.
Sin propaganda, no ganan.
Y sin ciudadanos despiertos, lo tienen todo.
Pero tú estás leyendo esto.
Así que todavía no han ganado.
¿CREES QUE ESTE GOBIERNO DEBE RESPONDER ANTE LOS CIUDADANOS?
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