La rebelión silenciosa de los autónomos: “Hasta aquí”
No somos delincuentes. Somos el motor económico de España. Sin nosotros, la economía española se muere. Eso no lo digo yo: lo dice Pepe Dámaso, fundador de la iniciativa Solo Autónomos, con quien hablé en directo.
El gobierno ha intentado aumentar de nuevo las cuotas. Siempre lo hacen cuando necesitan dinero para sus aventuras políticas, sus chiringuitos y su permanencia en el poder. Cada intento de subida es un mordisco más al único colectivo que no tiene respaldo de nadie: los autónomos. Pagamos más que cualquier trabajador y recibimos menos servicios que nadie.
La iniciativa es simple: del 1 al 15 de noviembre, quienes trabajen con autónomos pagan en efectivo, no con tarjeta. Un gesto de rebeldía silenciosa. Y la pregunta que plantea Dámaso es demoledora:
“¿Qué pasaría si solo el 10% de los 3.500.000 autónomos nos diéramos de baja un mes?”
Se hunde el sistema. Se ven obligados a negociar.
El gobierno nos trata como delincuentes con datáfonos. Nos exigen como si fuéramos multinacionales, pero si mañana cerramos la persiana nos quedamos sin nada. Ni paro real, ni protección, ni seguridad. Pepe lo explicó con total crudeza:
“Si cierro mañana, lo pierdo todo. Mi casa incluida.”
Y mientras tanto, desde los sillones oficiales, se nos insulta. Pepe Álvarez, líder sindical de UGT, asegura que los autónomos “ganamos mucho dinero”. Cuando le pregunto si ha sido autónomo alguna vez, responde que eso “es indiferente”. Desde el sofá, todo parece fácil.
La realidad es esta:
– Trabajamos 12 horas al día solo para pagar impuestos.
– Nos tratan como sospechosos por trabajar.
– Nos quieren mansos, callados y asustados.
Y, sin embargo, cuando hay desgracias, cuando hay inundaciones, cuando hace falta sacar el país adelante… los autónomos somos los primeros.
En mi programa recibí testimonios que deberían avergonzar a cualquier político:
Un autónomo que, tras 30 años cotizando, se jubiló con 800 €.
Otro que vive en un piso con grietas y goteras, que ya tiene preparado un colchón dentro del coche porque no puede pagar un alquiler si le echan.
Esa es la realidad de quienes sostienen el país.
Mientras regalamos 4.000 millones a otros países, los autónomos sobreviven en la cuerda floja.
Mientras financiamos subvenciones para ONGs con zapatos limpios, hay españoles durmiendo en el coche.
Lo diré claro:
están diseñando políticas para destruir al autónomo, porque el autónomo es libertad, es independencia, es iniciativa. Y eso molesta a un poder que solo quiere súbditos.
Pero la iniciativa Hasta aquí demuestra algo: estamos cansados.
La fuerza que tenemos es brutal.
Solo falta usarla.
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