Alerta en Ceuta y Melilla: Marruecos planea una invasión cívica antes del 17 de septiembre

Hace semanas que nos llega información. Y no es un bulo, no es una sospecha, no es una elucubración de bar. Nos lo confirman fuentes de inteligencia, medios marroquíes y personas muy bien situadas: Marruecos planea una invasión cívica de Ceuta y Melilla antes del 17 de septiembre.

No hablamos de tanques ni de armas. No hace falta. Hablamos de una movilización masiva de civiles. Una marcha con la excusa de lo pacífico, como ya hicieron hace 50 años con la Marcha Verde. Y sí, esa fecha no es casualidad: se cumple medio siglo de aquella operación que acabó con el Sáhara Occidental. Y ahora quieren repetirla. Pero esta vez, el objetivo es español.

¿Quién ha dado el visto bueno? Según me cuentan desde dentro, el propio Gobierno español y el jefe del Estado han sido informados. Y además: Estados Unidos e Israel también están al tanto. No es casual. Si Marruecos se atreve a dar un paso así, es porque sabe que cuenta con alguna clase de cobertura internacional.

Pero lo más grave de todo: la policía y la Guardia Civil no han recibido ninguna orden aún. Ceuta y Melilla están casi desprotegidas. Solo hay desplegados algunos regulares y un destacamento de La Legión. Y mientras, en Rabat, aceleran los preparativos para esa ocupación simbólica.

¿Y saben quién ha echado gasolina al fuego sin querer? El Partido Popular. En su congreso del 5 de julio, Feijóo invitó al máximo representante del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi. Le invitaron, le dieron voz, se hicieron fotos con él. Marruecos reaccionó con furia. Envió una carta de protesta oficial y, desde entonces, las alarmas se dispararon en el norte de África.

Porque Marruecos no perdona. Y Sánchez lo sabe. Por eso ha cedido tantas veces: en pesca, en inmigración, en territorio. Y ahora, si no reaccionamos, vamos a pagar las consecuencias todos.

Desde aquí, como siempre, alertamos, informamos y documentamos. Mañana ampliaremos datos, invitados mediante. Pero el plan está en marcha, y Ceuta y Melilla están en riesgo.