El peligro oculto en las placas solares: China podría controlar nuestra red eléctrica

En los últimos días hemos conocido algo que debería encender todas las alarmas en España y en Europa. El Partido Comunista Chino podría tener la capacidad técnica de interferir en nuestra red eléctrica.

Les explico. En Dinamarca, un grupo de empresas de energías renovables descubrió placas de circuitos no declaradas en el interior de componentes chinos instalados en aerogeneradores. Nadie sabe qué hacen esas piezas, pero sí se ha confirmado algo inquietante: la mayoría de esos equipos se conectan a internet y pueden controlarse remotamente.

¿Y qué pasa en España? Que aquí la dependencia de proveedores chinos es todavía mayor. Según el Consejo Europeo de Fabricantes Solares, el 37 % de los inversores instalados en nuestro país son de Huawei, y otro 40 % de otras dos empresas chinas. Todas ellas obligadas por ley a compartir información con el Partido Comunista Chino.

En román paladino: China tiene la capacidad de apagar nuestro sistema eléctrico si lo desea. Podrían provocar un apagón como el del 28 de abril, y no tendríamos manera de impedirlo.

Otros países como Lituania ya han prohibido estos componentes por motivos de seguridad nacional. En cambio, en España no se habla del asunto. Se siguen arrancando olivares y expropiando tierras para instalar placas solares con financiación extranjera, sin ningún debate público.

Sandra Flores, directora de Epoch Times, lo explica claro: detrás de la fachada de lo “verde” y lo “ecológico” se esconde una guerra sin restricciones, planificada desde Pekín desde hace décadas. Una guerra que no necesita misiles: basta con infiltrarse en las infraestructuras críticas y mover los hilos desde la sombra.

Mientras tanto, Estados Unidos ha lanzado un ultimátum a Sánchez: si no rompe el contrato con Huawei antes del 31 de agosto, dejarán de compartir con España información clave contra el terrorismo y el crimen organizado.

Nos jugamos mucho más que la factura de la luz. Nos jugamos la soberanía nacional.