Multado con más de 6.000 euros por rezar en la calle y traicionado el legado de Justo

Hay noticias que duelen. El abogado y católico practicante José Andrés, conocido por sus rezos en Ferraz, me contó en el programa que ya acumula más de 6.000 euros en multas por rezar en la calle. Algunas las ha conseguido ganar en los tribunales, otras siguen en curso. ¿El delito? Ninguno. Simplemente rezar. Pero este gobierno se empeña en perseguir a quienes defienden la vida y la fe.
“Se basan en mentiras —me dijo—, inventan que corto el tráfico o que genero disturbios. Todo falso. Lo que quieren es amordazar a los cristianos. Estamos ante un gobierno abiertamente anticristiano, que odia la fe y persigue a quienes rezamos en la calle”.
La conversación fue más allá. José Andrés denunció también la traición del padre Ángel al legado de Justo Gallego, aquel hombre que dedicó su vida a levantar una catedral en Mejorada del Campo como promesa a la Virgen del Pilar. Justo, que murió en 2021, quiso que su obra fuese un templo católico. Sin embargo, el padre Ángel ha convertido el lugar en un espacio multiconfesional, con una mezquita improvisada y un muro de las lamentaciones.
“Es una ofensa a Dios y a la voluntad de Justo”, asegura José Andrés. “El padre Ángel ha traicionado la memoria de un hombre que dedicó casi 60 años de su vida a la Virgen. En vez de consagrar la catedral, ha instalado símbolos que nada tienen que ver con el deseo original de su creador”.
Mientras tanto, los católicos que rezan en la calle son multados y perseguidos. Una fotografía de lo que es hoy España: la fe marginada, el legado traicionado y el poder político al lado de quienes manipulan la Iglesia.
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