«Fui testigo del fraude electoral»

Compártelo:

Durante tres días nadie dijo nada. Ni una rueda de prensa de la oposición, ni una declaración de Feijóo, ni una petición de investigación en el Senado. Nada. Silencio absoluto. Y esto, en democracia, es ensordecedor.

En este programa llevamos más de tres años investigando lo que otros callan: el fraude electoral en España. Cuando Aldama se atrevió a señalarlo públicamente, cuando relató lo que escuchó entre Ábalos y Koldo sobre IFEMA, incluso cuando pidió que empleados de Indra hablaran, el sistema reaccionó con la peor de las respuestas: el silencio.

Ni los partidos, ni los grandes medios, ni las tertulias televisivas quisieron tocar el tema. ¿Por qué? ¿Quién dio la orden de no hablar, de no tirar de la manta? La respuesta es evidente: porque demasiados podrían salir perjudicados.

Y mientras todos callan, aquí seguimos investigando. Hoy quiero compartir con ustedes un testimonio que es demoledor: el de Luis López Cózar, doctor en derecho, funcionario y abogado jubilado, que decidió acudir personalmente a IFEMA durante el recuento electoral.

López Cózar me contó que, desde el primer día, algo no cuadraba. En el voto exterior de Madrid apareció un acta imposible: “20 votos emitidos, 20.000 abstenciones, cero nulos”. Ante esa aberración, decidió quedarse los tres días completos. Y lo que presenció fue un fraude monumental.

No se mostró ni un acta. En lugar de contar las actas a la vista de todos, se retiraron a la mayoría de funcionarios para alejar el proceso del público. Y entonces, relata, entró un hombre con un ordenador diciendo ser de Indra. Fue él quien comenzó a dictar los resultados a los funcionarios, sin que nadie pudiera verificar nada.

El propio López Cózar lo define con claridad: “Es un gigantesco fraude. Sin actas, nadie puede saber lo que votaron los españoles. Todo depende de lo que diga un ordenador del Ministerio del Interior controlado por el PSOE.”

Más grave aún: cuando algunos presentes preguntaron al PP y a Vox si iban a impugnar, la respuesta fue heladora: “Tenemos órdenes de no impugnar nada.”

Este testimonio es la confirmación de lo que venimos denunciando desde hace años. No es un rumor, no es una sospecha: es el relato de un funcionario que lo vio con sus propios ojos. Y sin embargo, en tres años, ningún juez lo ha llamado a declarar.

Pregunto: ¿qué democracia es esta en la que los testigos de fraude electoral no son escuchados y los partidos miran hacia otro lado? Lo dije y lo repito: la peor tiranía es una democracia simulada. Y es justo lo que estamos viviendo.

💬 Tu opinión cuenta: participa en los comentarios

¿CREES QUE ESTE GOBIERNO DEBE RESPONDER ANTE LOS CIUDADANOS?

SÚMATE A LA MOCIÓN DE CENSURA

IMPORTANTE: Debes confirmar el correo que te enviará Change.org después de firmar. Si no lo haces, tu firma no cuenta.

Suscríbete ahora para no perderte nada

Recibe cada semana las noticias que otros prefieren ocultarte.

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Compártelo:

Más noticias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.