Nos quieren sin dinero: el euro digital y el fin de la libertad económica
Mientras tú trabajas, pagas impuestos y haces cola en el supermercado, otros están decidiendo que pronto no podrás usar tu propio dinero.
No es una conspiración: es el euro digital, la nueva herramienta con la que Bruselas y los gobiernos nacionales quieren controlar cada euro que gastes, cada café que tomes y cada donativo que hagas.
El pasado fin de semana hubo una manifestación en Tenerife, con cientos de ciudadanos que salieron a la calle a decir “no” al control financiero total.
Allí estaban autónomos, jubilados, amas de casa y jóvenes que, sin ser economistas, entienden perfectamente lo que está en juego:
si el dinero deja de ser físico, deja de ser tuyo.
Lo dije en el programa:
“El dinero digital no es una innovación, es una jaula con paredes invisibles.”
Hoy puedes pagar en metálico, guardar unos billetes en casa o enviarle 50 euros a un amigo sin que nadie te pida permiso.
Mañana, con el euro digital, cada transacción estará registrada, evaluada y, si conviene, bloqueada.
¿Y quién decide qué conviene?
Los mismos que ya manipulan la información, las leyes y los medios.
A eso lo llaman “seguridad financiera”.
Yo lo llamo esclavitud tecnológica.
Los gobiernos llevan años preparando el terreno:
Primero, te hacen creer que el efectivo es peligroso (“propaga virus”, “favorece el fraude”).
Después, te obligan a pagar con tarjeta incluso una barra de pan.
Y cuando ya todos dependemos del sistema bancario digital, nos anuncian el “nuevo modelo financiero europeo”.
Y lo más grave es que nadie lo ha votado.
Ni en Bruselas ni en Madrid.
Ni una consulta, ni un referéndum.
Nada.
Como tantas otras veces, nos cambian el contrato social por decreto.
Si mañana decides donar dinero a una causa “no aprobada”, o comprar un libro “incorrecto”, o apoyar a una asociación “políticamente sospechosa”, tu cuenta podrá congelarse en segundos.
Eso ya ocurre en Canadá, ocurrió con los camioneros y ocurrirá aquí si no reaccionamos.
El euro digital no es progreso, es control.
Y quien controla el dinero, controla la vida.
Por eso desde este diario defendemos el uso del efectivo como último bastión de libertad.
Paga en metálico.
Hazlo mientras aún puedas.
Porque el día que el dinero sea un código, la libertad será un recuerdo.
¿CREES QUE ESTE GOBIERNO DEBE RESPONDER ANTE LOS CIUDADANOS?
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