Pachi López contra los periodistas incómodos: intoxicadores, ultraderechistas y silencio institucional

En cualquier democracia sana, un cargo público que llama «intoxicadores» y «ultraderechistas» a los periodistas críticos sería reprobado de inmediato. Pero en la España de hoy, si el que lanza el insulto es socialista y el blanco son periodistas independientes, no pasa absolutamente nada. Es más, se aplaude.

Eso fue exactamente lo que hizo Pachi López, portavoz del PSOE en el Congreso, durante una comparecencia en la que no se le ocurrió mejor argumento que descalificar a los medios no afines con etiquetas propias de un régimen autoritario. ¿El crimen de esos medios? Informar sobre presuntas tramas de corrupción que afectan al entorno de Pedro Sánchez.

Lo mostramos sin filtros: el portavoz del PSOE atacó a periodistas con total impunidad, sin que nadie del sistema le frenara. Porque ya no se trata de una ocurrencia aislada: es un patrón cada vez más frecuente en el discurso oficial. Si preguntas lo que molesta, eres ultra. Si investigas al Gobierno, eres un intoxicador. Si pones titulares incómodos, estás al servicio de los “enemigos de la democracia”.

La gravedad no está solo en el insulto. Está en la normalización del desprecio a la prensa libre. Ningún miembro del PSOE se desmarcó de las palabras de López. Ningún medio público cuestionó su tono. Ningún organismo institucional —ni Congreso, ni Defensor del Pueblo, ni asociación de periodistas afines al Gobierno— alzó la voz para pedir respeto.

¿Te imaginas si esas mismas palabras las hubiera dicho un político de Vox? Portadas, condenas, tuits en cascada y denuncias ante el Parlamento Europeo. Pero como el que insulta lleva puño y rosa en la solapa, todo queda en anécdota.

La libertad de prensa no se defiende solo cuando nos gusta lo que se publica. Se defiende, sobre todo, cuando incomoda. Y hoy, en España, los periodistas críticos tienen claro que cuanto más cerca estén de la verdad, más fácil es que les llamen “ultras”.