El silencio que mata: el Gobierno conocía el apagón y no hizo nada

Castillón Confidencial ha vuelto a anticiparse. Lo que se dijo aquí el 9 de mayo, lo confirmó The Telegraph semanas después: el apagón del pasado mes no fue un accidente ni una coincidencia. Fue un experimento mal gestionado del Gobierno de Pedro Sánchez. Y ahora sabemos más: no solo lo sabían, sino que jugaron con fuego conscientemente.

La intención, según fuentes solventes, era alcanzar el ansiado titular “España, 100% energía renovable” justo cuando se celebraba el evento Investing Spain ante 25 multinacionales. Una maniobra de marketing político sin precedentes que acabó en catástrofe: seis muertos, 20.000 millones de euros en pérdidas y un país a oscuras. Literal y metafóricamente.

Durante la semana previa al apagón, se desconectaron deliberadamente fuentes estables como el gas y la energía nuclear para favorecer las renovables. La apuesta era arriesgada. La cuerda se tensó hasta romperse. ¿Resultado? El apagón. ¿Explicaciones? Ninguna. ¿Dimisiones? Cero. ¿Responsables? Todos en Moncloa, comenzando por el propio presidente.

Y es que, según se afirma en este espacio, nada se hace sin el visto bueno directo de Sánchez. Su obsesión por el control llega al extremo. Y si se trata de propaganda verde, aún más. La ministra de Transición Ecológica, lejos de asumir responsabilidades, optó por reírse de quienes denuncian la verdad: “Una teoría más de conspiración”, dijo con una sonrisa. Una burla a las víctimas, a los afectados, a los ciudadanos.

El profesor Gonzalo Gómez de la Calle lo explicaba con claridad: España tiene el potencial energético y minero para convertirse en un país líder. Pero nuestras propias leyes, empujadas por una ideología climática irracional, impiden explotarlo. Mientras tanto, se abre la puerta a la inversión china, siempre que se les permita quedarse con nuestras tierras raras.

Sí, esas tierras que podrían reindustrializar la España vaciada, crear empleo, reducir deuda y reforzar la soberanía. Pero aquí seguimos: hipotecando el futuro a cambio de aplausos en Bruselas y portadas efímeras.

Y lo más inquietante: si esto se hizo con premeditación, si se jugaron vidas y millones por un titular verde… ¿qué más están dispuestos a sacrificar? ¿Hasta dónde llega su desprecio por los ciudadanos?

En Castillón Confidencial no se calla lo que otros silencian. Seguiremos informando desde la trinchera. Porque alguien tiene que contar la verdad, aunque moleste. Aunque incomode. Aunque tiemble el poder.