El euro digital acabará con el efectivo: en Estados Unidos ya lo están prohibiendo
Daniel Lacalle, doctor en Economía, intervino en mi programa y dijo algo que debería encender todas las alarmas: “Con el euro digital, el dinero en efectivo nos lo van a quitar”.
Lo dijo sin rodeos, como quien avisa de un incendio mientras los demás aún huelen a humo.
Mientras en España seguimos distraídos con ruedas de prensa impostadas, contenido vacío en redes sociales y campañas de maquillaje político, el banco central europeo avanza hacia un euro digital que cambiará la relación entre los ciudadanos y su dinero. No estamos hablando de tarjetas o de pagar con el móvil. Estamos hablando de que el Estado controle el dinero en su origen.
Lacalle lo explicó con claridad: una moneda digital emitida por el propio Banco Central supone que cada transacción será registrada, monitorizada y asociada a una identidad concreta. Cada euro tendrá dueño… y vigilante.
No habrá anonimato. No habrá libertad financiera.
Europa avanza hacia el control
Y aquí viene la parte más inquietante: mientras Europa avanza con entusiasmo, Estados Unidos está haciendo justo lo contrario. Lo dijo Lacalle en directo:
“En Estados Unidos ya se está prohibiendo la moneda digital de los bancos centrales.”
¿Por qué la están prohibiendo?
Porque implica que el Estado tendría la capacidad de:
- rastrear cada compra,
- limitar movimientos,
- bloquear fondos de personas o colectivos incómodos,
- imponer condiciones al uso del propio dinero del ciudadano.
No es teoría conspirativa. Es diseño financiero.
Hoy todavía puede usted sacar 200 euros del cajero y pagar en metálico sin dejar rastro. Con el euro digital, eso será ilegal o sencillamente imposible. El dinero en efectivo es libertad. El dinero digital, si depende del Banco Central, es control.
Esto conecta con algo que venimos denunciando: el Gobierno de Sánchez quiere eliminar progresivamente el uso del efectivo, y ya nos limita a manejar solo 1.000 € en metálico, mientras —como escucharon en mi programa— en Ferraz y otros entornos políticos se mueven sobres con dinero en efectivo sin control.
Un ciudadano puede ser investigado por manejar 1.200 € en billetes.
Pero un partido político puede esconder dinero en Moncloa.
Eso no es progreso. Eso es poder.
Del dinero al comportamiento
La cuestión de fondo no es tecnológica. Es ideológica.
Con un euro digital controlado por el Banco Central Europeo, el poder político puede:
- saber qué compra usted,
- cuándo lo compra,
- dónde,
- y con quién.
Puede incluso asociar la moneda digital a un sistema de puntuación social, algo que ya sucede en China. No hace falta que lo llamen así: basta con bloquearle la capacidad de pagar un billete de tren o una compra en el supermercado si usted molesta.
El efectivo impide el control absoluto.
El euro digital lo facilita.
Daniel Lacalle nos lo advirtió:
“El dinero en efectivo nos lo van a quitar.”
Si un Gobierno controla tu dinero, controla tus decisiones.
Si controla tus decisiones, controla tu vida.
No es ciencia ficción.
Es economía política.
¿Quién debe temer: el ciudadano o el poder?
Hoy usted es libre de decidir qué hacer con su dinero.
Con el euro digital, tendrá que pedir permiso.
En Estados Unidos lo han visto venir y lo han frenado.
En Europa lo están acelerando sin debate público.
Quieren una sociedad que no pueda escapar del control.
Cuando el efectivo desaparezca, desaparecerá el último refugio de libertad económica que queda.
Y entonces, será demasiado tarde para arrepentirse.
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