El PSOE ocultó 232 cuentas corrientes para financiarse
Tengo información privilegiada, datos y pruebas que ya obran en manos de la Fiscalía Anticorrupción sobre la financiación ilegal del Partido Socialista Obrero Español. Lo que hasta hace poco eran solo sospechas empieza a encajar como un puzzle de dinero sucio, favores políticos y conexiones internacionales.
La UCO ha entregado sobres con membrete del PSOE, abultados y llenos de billetes. Pero eso no es lo importante. Es la punta del iceberg.
Víctor de Aldama, empresario y colaborador de la UCO, ha reconocido los pagos ilegales: más de tres millones de euros entre 2018 y 2021, destinados a Coldo García, José Luis Ábalos y, directa o indirectamente, al partido.
El origen de ese dinero apunta una vez más a Venezuela. Ya lo advertimos: Zapatero y Maduro habrían llegado a un acuerdo para financiar a Pedro Sánchez con los recursos generados por negocios con el Estado venezolano y por la deuda con empresas españolas.
Sánchez, recién llegado a la Moncloa, hizo una jugada maestra: reconocer a Guaidó como presidente interino de Venezuela. Aquello abría la puerta para seguir manejando los fondos, ya sin la sombra directa del régimen de Maduro. Según las grabaciones aportadas por la UCO, Guaidó ofrecía medio millón de euros mensuales a través de una petrolera controlada por su entorno.
Poco después, Zapatero y Víctor de Aldama maniobraron para restablecer el flujo de dinero desde Maduro, y ahí entra el famoso “Delcygate”: la visita de Delcy Rodríguez a Barajas en enero de 2020. Aquel encuentro —presentado como casual— fue en realidad una reunión para reactivar la financiación.
Desde entonces, cada vez que el PSOE ha necesitado recursos, han llamado a Delcy Rodríguez. Víctor de Aldama y Coldo García actuaban como intermediarios.
Pero lo más grave es cómo blanqueaban ese dinero. La UCO y el Tribunal de Cuentas han descubierto que el PSOE ocultó 232 cuentas bancarias a nombre del partido.
No una, ni dos, ni veinte. Doscientas treinta y dos.
Estas cuentas desaparecieron justo cuando empezó la investigación de la UCO a Santos Cerdán y Coldo García. Se calcula que movieron más de 2,4 millones de euros, y curiosamente, crecían durante las campañas electorales y se vaciaban al terminar. El patrón es claro: inyecciones de dinero externo, uso puntual, desaparición.
Así es como se habría financiado ilegalmente el PSOE, con dinero procedente de un narcoestado.
Y no acaba aquí. Existen indicios de que 250 millones fueron pagados desde una cuenta de Zapatero en Moscú, a nombre de un testaferro, para comprar la presidencia de la Internacional Socialista y garantizar el ascenso de Sánchez.
Por eso lo repito: España está rozando convertirse en el primer narcoestado de Europa.
Y solo un puñado de fiscales, guardias civiles, jueces valientes y periodistas —y ustedes, los que nos escuchan— puede impedirlo.
No es una teoría. Son datos, audios y cuentas.
232 cuentas.
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