El relevo en la UCO: ¿un intento de Sánchez y Marlaska de controlar la Guardia Civil?

En este país cada vez resulta más evidente que quien investiga la corrupción política acaba apartado o “ascendido” para que deje de molestar. Lo hemos visto demasiadas veces y lo estamos viendo ahora con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

El coronel Rafael Vicente Yuste, que ha estado al frente de investigaciones delicadas como las de Begoña Gómez, Santos Cerdán, David Sánchez Pérez-Castejón o Ábalos, ha sido “ascendido” a general. Una patada hacia arriba que lo aparta de la primera línea de investigación.

¿Y quién llega en su lugar? María Dolores Jimeno Durán, elegida por Marlaska y presentada como un perfil amable. Pero todos sabemos lo que significa: colocar a alguien de confianza del gobierno en un puesto clave para desactivar investigaciones incómodas.

La hasta ahora responsable de “Mujeres e Igualdad” en la Guardia Civil será ascendida a coronel en noviembre y puesta al frente de la UCO. Esta designación llega en un momento delicado, con casos judiciales que afectan directamente a la cúpula del PSOE y a familiares del presidente.

Álvaro de Marichalar, en este programa, fue tajante:

“Estamos ante una dictadura mucho más fuerte que la del general Franco o la de Primo de Rivera. Nunca había ocurrido en España que tantas instituciones estuvieran al servicio de una mafia política.”

Marichalar recordó que lo mismo sucedió con la UDEF, que pasó de destapar casos como el de los Pujol a no investigar nada tras un cambio en la cúpula. El patrón se repite ahora con la UCO.

El mensaje es claro: a los leales a España los apartan, a los leales a Sánchez los premian. El riesgo es enorme porque la UCO es uno de los pocos cuerpos que aún investigan sin miedo. Si también se somete, quedará la sensación de que en España ya no hay contrapesos, solo obediencia al poder político.