Eloy Gonzalo, el héroe que hoy sería insultado por llevar una bandera

Hay nombres que deberían enseñarse en los colegios cada año, no para glorificar la guerra, sino para recordar el valor.
Y sin embargo, hoy se ocultan los héroes españoles como si dieran vergüenza.
Vivimos en un país donde se premia al corrupto y se ridiculiza al valiente, donde ondear una bandera te convierte en sospechoso.
Por eso me emocionó escuchar al historiador Paco Álvarez recordar la historia de Eloy Gonzalo, el héroe de Cascorro, un hombre que encarna todo lo que hemos olvidado: coraje, lealtad y amor a su país.

En 1896, durante la Guerra de Cuba, el ejército español resistía el asedio en el poblado de Cascorro.
Los insurgentes cubanos rodeaban las posiciones españolas, y el combate parecía perdido.
Fue entonces cuando un soldado joven, Eloy Gonzalo García, se ofreció voluntario para una misión suicida: incendiar la casa donde se refugiaban los enemigos.

Pidió que le ataran una cuerda al cuerpo, para que pudieran recuperar su cadáver si caía.
Cargó con una lata de petróleo y una mecha encendida, reptó entre las balas, prendió fuego a la posición enemiga… y volvió con vida.
Su acción permitió romper el asedio y salvar a sus compañeros.

El gesto fue tan heroico que el pueblo de Cascorro, en Madrid, lleva su nombre.
Paco Álvarez lo recordó con una frase que lo resume todo:

“Antes se llamaba heroísmo. Hoy lo llamarían facha.”

El historiador lamenta que España haya pasado de honrar a sus héroes a ridiculizarlos, y que los símbolos nacionales se usen como arma política en lugar de motivo de orgullo.

Eloy Gonzalo no luchó por un partido ni por un sueldo.
Luchó por dignidad, por sus compañeros, por un ideal de patria que hoy parece olvidado.
Y ahí está la paradoja: el mismo país que levanta monumentos a corruptos o traidores, ignora a quienes dieron la vida por él.

Quizá por eso nos va como nos va.
Porque cuando un país pierde el respeto por sus héroes, termina también perdiendo el respeto por sí mismo.
Y recordar a Eloy Gonzalo no es nostalgia: es resistencia moral.