Hemos pedido a la Unión Europea que declare a Zapatero cómplice y testaferro de Maduro

Lo repito una vez más: la corrupción del chavismo no se quedó en Venezuela. Llegó a Europa, a Bruselas y a España.
Y lo más grave es que lo ha hecho con la complicidad de figuras que aún hoy se presentan como estadistas o mediadores de paz.
Uno de ellos, José Luis Rodríguez Zapatero, aparece una y otra vez vinculado a ese entramado internacional del narcotráfico y la manipulación política que lidera Nicolás Maduro.

No lo digo yo, lo dice Hugo Carvajal, el exjefe de inteligencia chavista, y lo confirma ahora Manuel de la Cruz, portavoz de la Resistencia Venezolana.
Por eso su petición es tan contundente como necesaria:

“Hemos pedido a la Unión Europea que declare a José Luis Rodríguez Zapatero cómplice y testaferro del régimen de Maduro.”

El 29 de octubre será una fecha clave.
Ese día, en Nueva York, el general Hugo “El Pollo” Carvajal —antiguo jefe de inteligencia de Venezuela— conocerá su sentencia por narcotráfico y colaboración con el Cártel de los Soles.
Carvajal ha prometido entregar pruebas adicionales para intentar reducir su condena a cadena perpetua.

Entre esas pruebas, según reveló Castillón Confidencial, figuran documentos que demostrarían la conexión directa entre el narcotráfico venezolano, políticos europeos y líderes españoles.
Carvajal habría detallado cómo Zapatero y miembros de Podemos actuaron como operadores políticos internacionales del chavismo, coordinando la expansión de gobiernos afines en Latinoamérica y Europa.

El esquema, tal y como lo describe la investigación, era claro:

• Bolivia se encargaba de la producción de cocaína.
• Venezuela gestionaba la política y la financiación.
• Cuba controlaba la inteligencia y la propaganda.

A cambio, el dinero del narcotráfico fluía hacia proyectos políticos en España y Bruselas, financiando campañas, fundaciones y redes mediáticas afines.

De la Cruz fue rotundo al explicarlo:

“Zapatero es una pieza clave. No es un mediador; es parte del sistema.
Si Europa no lo señala como cómplice de una organización criminal, está avalando la impunidad del narcotráfico político.”

Según la información de Castillón, el propio Carvajal posee un informe detallado sobre las operaciones de ese entramado en España, con nombres, fechas y transferencias.
Y lo presentará ante el tribunal estadounidense en su intento por obtener una reducción de pena.

Mientras tanto, el Gobierno español sigue destinando dinero a programas ideológicos en países aliados del chavismo, como los 400.000 euros enviados recientemente a Bolivia bajo el pretexto de una “agenda despatriarcalizadora” para las elecciones de 2026.

Nos preguntamos una y otra vez cómo es posible que España financie dictaduras, narcoestados y redes de propaganda, mientras asfixia a sus autónomos y recorta libertades.
La respuesta está en los nombres.
Y entre ellos, Zapatero ocupa un lugar central.

La historia le juzgará. Pero antes, debería hacerlo Europa.

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