Incendios provocados y minas de litio: demasiadas casualidades

España arde y nos dicen que es el “cambio climático”. Pero los hechos apuntan a otra realidad: la mayoría de los incendios son provocados.

En Ourense, la Guardia Civil detuvo a una persona de origen magrebí y otra de origen chino, sorprendidos mientras prendían fuego. Se han hallado incluso artefactos preparados para iniciar incendios, como aerosoles modificados con mecha y contrapeso para lanzarlos desde vehículos.

El propio alcalde de Laza mostró cómo encontraron uno de estos dispositivos: prueba de que no hablamos de hojas secas ni de eucaliptos, sino de manos criminales.

Y aquí aparece una coincidencia demasiado sospechosa: las zonas más afectadas por el fuego son precisamente donde se ubican las minas de litio cerradas por Zapatero y Sánchez. Ahora se van a reabrir… con permiso de China. Quemar esos terrenos abarata el precio de la expropiación y elimina resistencias vecinales.

¿Casualidad? Difícil de creer.

Además, recordemos la Ley de Montes de 2012, que prohibió transitar con coches, motos o quads por el campo. Desde entonces los bomberos denuncian que los caminos se cierran en apenas dos años, volviendo inalcanzables muchas zonas para luchar contra el fuego. Y nadie ha derogado esa norma.

Mientras tanto, circulan vídeos que generan aún más dudas. En Galicia, un coche oficial de la Xunta fue grabado provocando fuego en el monte. Explicaron que era un contraincendio, una técnica legítima, pero ¿quién controla que siempre sea así?.

Los ciudadanos ya no creen en excusas oficiales. Y con razón: demasiadas veces el fuego favorece intereses económicos ligados a energías renovables, litio o expropiaciones estratégicas.

La pregunta es clara: ¿quién está detrás de esta devastación? Porque el cambio climático no ata mechas a un aerosol.

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