Losada y Bendala denuncian la deriva autoritaria de España: “Pablo Iglesias ha pasado de ser el coletas a ser el colectas”

España atraviesa un momento de deterioro moral y político que ya no se disimula. Lo que ayer era impensable, hoy se justifica con una sonrisa.
Pablo Iglesias, aquel que incendió la política con discursos de odio, vuelve a la carga desde México, llamando abiertamente a la confrontación en las calles. Lo hace con la complicidad del silencio institucional.

No se engañen: esta izquierda necesita el conflicto. Pedro Sánchez sabe que un estallido violento en la calle —incluso un atentado— le permitiría presentarse como víctima y perpetuarse en el poder. Y para eso, ha reactivado a su viejo Rottweiler.

La amenaza de Pablo Iglesias

Iglesias dijo textualmente:

“Si queréis que vayamos a por ellos, si queréis que en este país no se sientan tranquilos e impunes para reventar adversarios políticos, podéis contar con nosotros. Para eso hay que tener agallas.”

Es decir, ha llamado a reventar a media España.
El teniente coronel Fernando Bendala lo resumió con precisión:

“Estamos ante un revolucionario subversivo. Lo lleva en el ADN.
Si cualquier otra persona hubiera pronunciado esas palabras, estaría imputada por delito de odio.”

Y tiene razón. Porque mientras sacerdotes o policías son procesados por expresar su opinión, Pablo Iglesias lanza un llamamiento al terror y sigue libre, protegido por un sistema judicial colonizado.

Losada: del análisis al sarcasmo

Luis Losada, desde Distrito TV, fue igual de directo:

“Lo que está haciendo Iglesias es quebrar la convivencia nacional.
Si esto no es un delito de odio, el delito de odio no existe.”

Y añadió con ironía:

“Ya no es el coletas, ahora es el colectas. Vive de pedir dinero y de ir de tertuliano a cambio de un puñado de euros.”

Así de claro. Mientras en España se destruyen empresas, Iglesias vive del parasitismo mediático, cobrando de televisiones públicas y gobiernos latinoamericanos aliados del narco.

Bendala: “Los funcionarios deben decir no”

El teniente coronel fue más allá y lanzó una advertencia contundente:

“Los funcionarios y militares deben dar un paso al frente.
Si reciben órdenes ilegales, deben negarse a obedecer.
Están blindados precisamente para eso: para defender la ley, no al poder.”

Recordó el caso del coronel Pérez de los Cobos, cesado ilegalmente por cumplir su deber.

“Fue castigado por obedecer la ley. Hoy muchos callan por miedo o comodidad. Pero el silencio también destruye la patria.”

Un sistema al borde del colapso

Bendala alertó de que Sánchez ha dado un golpe de Estado blando:

“Coloniza las instituciones y vulnera la Constitución con total impunidad.
Ya no tenemos una democracia, sino un régimen pseudorrevolucionario.”

Y Losada completó el análisis:

“Las instituciones ya no frenan la ilegalidad, la avalan.
Los interventores del Estado firman gastos ilegales, los abogados del Estado actúan como defensores personales de Sánchez, y los medios repiten el guion del poder.”

En un país donde los que obedecen la ley son castigados y los que la violan son premiados, la línea roja se ha cruzado.
España necesita valentía. No heroísmo de guerra, sino heroísmo civil: el de los funcionarios, militares, jueces y periodistas que digan “no”.

Porque callar hoy es colaborar.

💬 Tu opinión cuenta: participa en los comentarios