RTVE censura una pregunta sobre Hamás: cuando el periodismo incomoda al poder

En una España donde se presume de libertad de prensa, la televisión pública censura preguntas en directo si no encajan con el relato oficial. Lo vimos esta semana: una reportera de RTVE preguntó a una política palestina sobre su relación con Hamás… y la dirección del canal ordenó cortar la entrevista en el momento.

¿La razón? “Esa pregunta no procede”. ¿Perdón? En una cadena pagada por todos, en una entrevista que se suponía libre, preguntar por vínculos con un grupo terrorista ya no es periodismo… es delito de opinión.

La escena no ha salido en los telediarios. No ha habido disculpas, ni explicación, ni nada. Solo un corte seco y una orden interna para no “incomodar al entrevistado”. En otras palabras: si preguntas lo que no gusta, te silencian en directo.

Desde Castillón Confidencial, la denuncia fue clara: RTVE ya no es un medio público, es una oficina de propaganda con plató. Se dedica a proteger los intereses del Gobierno y a blindar su discurso en todo lo que tenga que ver con Palestina, Hamás o las relaciones internacionales que incomodan a Moncloa.

Mientras tanto, la misma RTVE que censura preguntas incómodas dedica minutos y minutos a blanquear dictaduras, financiar ideologías extremas y negar la evidencia.

¿Dónde están los defensores de la libertad de prensa ahora? ¿O es que la libertad solo existe cuando se dice lo que conviene?