Grupos terroristas planeaban atentar en el final de la Vuelta en Madrid

Lo que hoy les traigo es gravísimo. Mientras el gobierno de Pedro Sánchez juega con fuego, alentando la tensión en la calle y mirando hacia otro lado, hemos sabido que detrás del boicot a la Vuelta Ciclista a España no solo había activistas propalestinos, sino grupos terroristas internacionales.

Lo ocurrido en San Cugat del Vallés, donde una librería fue señalada con pintadas acusándola de “cómplice del genocidio” por no ser lo bastante propalestina, es solo una muestra del clima de odio que este gobierno ha permitido. Estamos ante la peor campaña de antisemitismo vivida en la España democrática.

Según fuentes de inteligencia, el CNI advirtió al Ministerio del Interior hace más de una semana de quién estaba detrás del boicot. No solo militantes de BDS o exconvictos de ETA y del yihadismo. También miembros de Samidoun, organización considerada terrorista por el Parlamento Europeo y Estados Unidos, prohibida en Alemania desde 2023, vinculada a Hamás y Hizbulá.

El informe entregado al Ministerio no descartaba un atentado contra el equipo israelí en el final de la Vuelta, durante la entrega de premios. El CNI señalaba además la presencia de otro grupo radical, Aludur, formado por jóvenes palestinos exiliados en España.

A pesar de estas advertencias, Interior no actuó. No hubo detenciones, ni cercos policiales, ni identificación de los responsables. La orden fue simple: “dejadles hacer”. Y esto pudo haber terminado en una tragedia.

Lo que cuento es tan grave que debería motivar una investigación inmediata. Una vez más, la seguridad del Estado queda subordinada a los intereses de un presidente que necesita la tensión para sobrevivir. Desde dentro del CNI lo dicen claro: “Exigimos al jefe del Estado que intervenga contra un gobierno que refugia a terroristas”.

España no puede seguir cruzando estas líneas rojas sin consecuencias. Y, como advierten los servicios de inteligencia, Moncloa está acorralada. Y cuando un gobierno acorralado se siente en peligro, puede ser aún más temerario.