Fidel Pagés, el héroe español al que robamos un siglo de reconocimiento

Cada viernes abrimos este espacio para recordar a los héroes que España olvida. Y hoy, gracias a un oyente llamado Juan José, hacemos justicia con un nombre que debería estar grabado en cada maternidad del mundo: Fidel Pagés, el médico militar español que inventó la anestesia epidural en 1921.

Sí: la epidural es un invento español. Y como tantas veces ocurre en este país, casi nadie lo sabe.

Lo contamos con la ayuda de Paco Álvarez, nuestro historiador de cabecera, que deja muy claro que Pagés fue un pionero absoluto. Nacido en Huesca, formado como médico militar y marcado por la crudeza de la guerra de África y de la Primera Guerra Mundial, Pagés comprendió algo que cambió la medicina para siempre: era posible anestesiar solo la parte inferior del cuerpo sin poner en riesgo toda la vida del paciente.

En una época sin antibióticos, sin recursos y con amputaciones constantes, aquello fue una revolución. Él lo descubrió, él lo desarrolló y él lo publicó en 1921.
Pero nadie tradujo su trabajo.
Nadie lo difundió.
Nadie movió un dedo.

Resultado: en 1932 un médico italiano llegó a la misma técnica y el mundo creyó durante décadas que el italiano era el inventor. Hubo que esperar a 1935 para que un médico argentino honrado, Alberto Gutiérrez, dijera la verdad: “No, señores. Esto lo inventó un español once años antes”.

Once años antes.
Once años de silencio.
Un siglo de olvido.

Pagés murió en 1923, a los 37 años, en un accidente de coche absurdo y trágico, cuando apenas había empezado a transformar la medicina. ¿Hasta dónde habría llegado si hubiera vivido más? Nunca lo sabremos.

Lo que sí sabemos es que España tardó 100 años en darle una calle. Solo en 2023, gracias al impulso de Alberto Serrano —concejal entonces de La Latina— y del escritor Javier Santa Marta, se inauguró por fin una vía con su nombre. Y ya en 2024 llegó un sello… eso sí, un sello «civil», sin uniforme militar, porque en ciertos gobiernos “hablar bien de un militar” es pecado mortal.

Y aun así, esta historia tiene un lado luminoso. La bisnieta de Pagés, Cristina, también es doctora. Lleva en la sangre la vocación de salvar vidas. Como su bisabuelo. Como quien merece un monumento frente a cada maternidad del mundo.

Porque millones de mujeres han podido dar a luz sin dolor gracias al invento de un español, de un militar, de un genio al que escondimos demasiado tiempo.

Por eso hacemos este espacio. Para recordar lo que España no debería olvidar jamás.

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