Marcos y Pardo desmontan la trama: Marruecos manda y el Supremo puede absolver
Hay días en los que uno termina el programa con la sensación de que España se ha convertido en una mala serie de televisión. Pero luego escucho a Carlos Marcos y a Luis María Pardo, y recuerdo que lo que vivimos no es ficción, es un país gobernado por gente que ha perdido el sentido común… o que lo ha vendido.
Cuando les pregunté por la condecoración de Marlaska al jefe de los espías marroquíes, ambos coincidieron: esto no es un error diplomático, es un síntoma. Un síntoma grave.
Carlos Marcos lo resumió como solo él sabe hacerlo:
“Lo que más me cabrea no es la medalla. Son los millones que le damos cada año a Marruecos.”
Tiene razón. A Rabat le importan poco los símbolos; lo que valen son los trenes, las desaladoras, las inversiones, las subvenciones y los favores que este gobierno entrega sin pestañear. La medalla —una vergüenza histórica, sí— es solo el detalle simbólico de una relación completamente desequilibrada donde España es quien paga y se calla.
Y encima, para rematar, le damos la mayor distinción de la Guardia Civil al hombre que presuntamente espió a nuestro Gobierno con Pegasus. Como dijo Marcos: “Esto solo pasa en España.”
Pero lo más inquietante vino después, cuando entramos en el terreno judicial. Porque si alguien conoce las cloacas del poder, ese es Luis María Pardo, presidente de Iustitia Europa y acusación en varios de los casos que amenazan al Gobierno.
Le pregunté por el juicio al fiscal general Álvaro García Ortiz, y su respuesta fue una ducha fría:
“No tengo nada claro que el Supremo lo vaya a condenar.”
Y ojo, porque no lo dice un tertuliano, lo dice un abogado que está personado en las causas y que lleva años viendo cómo opera esta maquinaria. Pardo lo explicó con precisión:
— El delito de revelación de secretos está ahí, es objetivo.
— La nota de prensa del fiscal contiene datos que jamás debieron hacerse públicos.
— Hay una cadena de borrados sospechosos, incluido uno que según la UCO podría haber hecho Óscar López, mano derecha de Sánchez en Moncloa.
— Y aun así… podrían absolverlo.
¿Por qué? Porque todo depende del calendario político. Si no prospera una moción de censura o no hay elecciones anticipadas, el Supremo podría dictar sentencia sin interferencias. Pero si Sánchez maniobra —y ya sabemos que maniobra siempre— el tribunal no sentenciará mientras haya proceso político en curso.
Y ahí está el cálculo:
Si absuelven al fiscal, Sánchez tiene un camión de oxígeno político. Podrá decir:
“¿Veis? No había caso. Todo era una persecución.”
Y con ese relato, advertía Pardo, podrían lanzarse a unas elecciones adelantadas con una fuerza inesperada.
Carlos Marcos también fue claro: si hay duda mínima, el fiscal será absuelto. Pero advirtió algo más grave todavía:
“El fiscal no filtró los datos… los mandó a Moncloa, y Moncloa los filtró.”
El delito —la revelación— está igualmente acreditado. Pero el circo mediático ya está montado para blanquearlo.
Ambos coinciden en algo:
Este gobierno no caerá por vergüenza, porque no la tiene. Caerá si los tribunales actúan sin presiones. Y eso, hoy en España, es un lujo escaso.
El lunes veremos a Leire Díez declarando. Veremos si el castillo de naipes del PSOE aguanta o si alguien, por fin, abre la boca. Pero una cosa está clara: no estamos ante una broma, estamos ante el caso de corrupción más serio desde 1978, como dice Pardo, y aquí hay operaciones de inteligencia, manipulaciones, borrados y presiones que salpican directamente al presidente del Gobierno.
Y mientras tanto, Marruecos se frota las manos, ya sea con medallas o con millones.
💬 Tu opinión cuenta: participa en los comentarios¿CREES QUE ESTE GOBIERNO DEBE RESPONDER ANTE LOS CIUDADANOS?
SÚMATE A LA MOCIÓN DE CENSURA
IMPORTANTE: Debes confirmar el correo que te enviará Change.org después de firmar. Si no lo haces, tu firma no cuenta.

