China toma el control del petróleo venezolano: 60.000 trabajadores llegarán al país

Venezuela se ha convertido en el epicentro de una partida geopolítica que conecta petróleo, narcotráfico y regímenes autoritarios.

En los últimos meses, China ha comprado dos pozos de PDVSA, la petrolera estatal venezolana, por 1.000 millones de dólares. Según publica Epochtimes, este acuerdo permitirá al gigante asiático multiplicar por seis la producción de barriles y quedarse con el 50 % de la extracción.

El dato más inquietante: 60.000 trabajadores chinos serán desplazados a Venezuela para gestionar los pozos. No hablamos de inversión puntual, sino de una colonización económica y social en plena América Latina.

“Es una declaración de intenciones por parte de China”, advertía Sandra Flores, analista invitada en Castillón Confidencial. “No solo controlan ya minas de oro venezolanas. Ahora suman el petróleo y refuerzan su influencia en un régimen que, además, está acorralado por Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico.”

En efecto, Maduro y el cártel de los Soles han sido señalados como un narcoestado. Pero lejos de debilitarse, encuentran oxígeno en acuerdos con Pekín e Irán. La empresa que gestiona los pozos tiene, además, vínculos documentados con Teherán.

Todo esto ocurre mientras Estados Unidos maniobra con Rusia. Algunos analistas creen que incluso las últimas reuniones entre Washington y Moscú han incluido conversaciones sobre Venezuela, más allá de Ucrania.

La conclusión es clara: el futuro de Venezuela se juega entre dragones, osos y águilas. Como dijo Sandra Flores, cuando unamos los puntos veremos la figura que emerge: un dragón chino extendiendo sus tentáculos en América Latina.

Y mientras tanto, el pueblo venezolano sigue atrapado entre dictadura, saqueo de recursos y fuga masiva de población.