Marruecos tiene declarada la guerra a España y el gobierno y el Rey le dejan hacer

En mi programa de hoy he querido dar voz a dos analistas que siempre hablan claro: Luis Losada, de Distrito TV, y el teniente coronel Francisco Bendala, ex agente del CESID. Sus palabras deberían encender todas las alarmas, pero en España se entierran bajo toneladas de propaganda.

Marruecos, enemigo declarado

Lo dijo sin rodeos Bendala: “Marruecos nos tiene declarada la guerra”. No con cañones ni tanques, sino con inmigración ilegal, narcotráfico, infiltración en nuestras instituciones y compra de voluntades políticas. Y, lo más grave, con la colaboración de nuestros propios dirigentes.

El CNI está penetrado por agentes marroquíes, y eso no lo dice un tertuliano cualquiera: lo afirman quienes han estado dentro. Marruecos ha conseguido lo que todo servicio secreto sueña: expulsar a nuestros espías de su territorio y al mismo tiempo infiltrar a los suyos en el corazón de nuestra inteligencia. Una victoria monumental para ellos y una rendición humillante para España.

¿Quién ha abierto esa puerta? Según Bendala, Esperanza Casteleiro, actual directora del CNI, socialista desde sus inicios. La colonización del Estado por parte del PSOE alcanza así al último reducto: la inteligencia nacional.

El Rey en modo lacayo

No menos duro fue el análisis sobre Felipe VI. Bendala lo resumió con una frase: “El Rey ha adoptado el modo lacayo, sumiso, porque teme que le hagan lo mismo que a su padre”. En lugar de defender España, Ceuta, Melilla y Canarias, se somete a un presidente que lo desprecia y a un sultán que nos quiere arrebatar territorio.

Cuando el Rey se moja por Palestina, contradiciendo la Constitución que le impide pronunciarse en política exterior, y calla ante los ataques a la soberanía española, la monarquía se vuelve irrelevante. El problema, como advertí en el programa, es que cuando llegue la hora de la verdad, quizá hasta quienes hoy le defienden aplaudan su caída.

El ministerio de los chiringuitos

Luis Losada fue igual de contundente con otro tema: el Ministerio de Igualdad. Mientras las mujeres siguen siendo asesinadas y los juzgados carecen de medios, el gobierno gasta millones en campañas absurdas y mantiene un sistema de pulseras telemáticas que no funciona.

La nueva ministra Ana Redondo ocultó el problema durante meses, mintió a las víctimas y les dijo que extremaran la precaución, es decir: “sálvese quien pueda”. Nunca un gobierno que presume de feminista ha hecho tanto daño a la libertad y a la seguridad de las mujeres.

La traición interna

Lo que ambos invitados dejaron claro es que España no pierde porque Marruecos sea fuerte, sino porque en nuestro país hay traidores dispuestos a venderse al mejor postor. Exministros, diplomáticos, incluso sectores de la Corona. Marruecos paga bien, y aquí siempre hay alguien dispuesto a poner la mano.

Este es el verdadero peligro: que mientras los españoles creen vivir en democracia, en realidad somos un Estado entregado, penetrado y humillado.

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