Marlaska ordena no perseguir a los narcos por el aire: ¿en manos de quién está España?

Lo que voy a contarles es gravísimo. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ordenado a las fuerzas y cuerpos de seguridad no balizar ni seguir a los narcohelicópteros que cruzan el Estrecho cargados de droga.
Sí, han oído bien: si la Guardia Civil o la Policía Nacional detectan un helicóptero del narcotráfico, deben dejarlo pasar. Marlaska alega motivos de seguridad: dice que perseguirlos “entraña riesgo” y que podría haber un accidente.
Para evitar un hipotético choque que nunca ha ocurrido, deja vía libre a los traficantes.

Esto sucede justo ahora, en plena temporada de cosecha de hachís y cannabis en el norte de Marruecos, cuando toneladas de droga están a punto de entrar en España. ¿Casualidad? No lo creo.

Hace unos meses, eurodiputados visitaron Barbate y denunciaron que Marlaska había disuelto la unidad OCON-SUR, dejando el campo libre a los narcos.
Y no olvidemos que Pedro Sánchez fue espiado con Pegasus por la inteligencia marroquí.
Desde entonces, todo apunta a un chantaje del régimen de Mohamed VI. Lo contó en este mismo programa un oficial del ejército marroquí: Sánchez estaría siendo presionado, y a cambio, España mira hacia otro lado mientras Marruecos se enriquece con el narcotráfico.

Según esas fuentes, el propio palacio real marroquí controla la red de drogas: los ingresos del hachís rondan los 12.000 millones de euros anuales, de los cuales el monarca se quedaría con más de 3.000 millones. Marruecos se ha convertido en un narcoestado y España, en su puerta de entrada hacia Europa.

Mientras tanto, Marlaska entrega medallas a los escoltas de Sánchez por aguantar un golpe de bastón, en lugar de premiar a los agentes que se juegan la vida contra los narcos.
Y cuando intenta felicitar a la Guardia Civil el 12 de octubre, confunde su lema con una serie de televisión: “Servir y proteger”, escribió.
El verdadero lema es “El honor es mi divisa”. Pero claro, de honor este gobierno entiende poco.

Cada decisión de este Ejecutivo favorece a los delincuentes y perjudica a quienes defienden la ley. Estamos gobernados por quienes protegen al criminal y humillan al policía.

Hoy les pregunto:
¿Hasta cuándo vamos a soportar que España se convierta en un narcoestado subordinado a Marruecos?
¿Hasta cuándo un ministro del Interior puede seguir en su cargo después de ordenar mirar hacia otro lado ante los narcotraficantes?

Investigaré hasta el final.
Porque lo que está pasando no es casualidad.
Es un plan.