El secreto del 11M que Marruecos usa para controlar a España
No fue el Pegasus. No era aquel espionaje telefónico lo que explicaba por qué Marruecos ha gobernado nuestra política exterior durante años, ni por qué entregamos subvenciones a fondo perdido, préstamos millonarios, concesiones sobre el Sáhara y hasta la posibilidad de pagar un Mundial si ellos lo pedían. Todo eso es la superficie.
Lo que me llega —y viene de fuentes de inteligencia españolas— apunta a otra cosa.
Todo se remonta al 11M.
Tras los atentados de Atocha, Israel se ofreció para ayudar a investigar, a través del Mossad. El mensaje fue claro: “Estamos aquí para averiguar quiénes son los autores.”
La respuesta del nuevo presidente José Luis Rodríguez Zapatero, recién llegado al poder tras aquella jornada de reflexión infame, fue tajante: no. Rechazó la colaboración. Un país con los muertos aún calientes, y se niega la ayuda del Mossad.
Pero el Mossad investigó igualmente.
Y, según la información a la que he tenido acceso, consiguió documentos, grabaciones y pruebas. Supieron quiénes estaban detrás del atentado del 11M.
Los documentos señalaban a tres actores:
– Marruecos
– Altos cargos del PSOE
– Miembros de ETA
Extraña combinación, sí. Hasta que pasan los años y todo encaja mejor de lo que debería.
El CNI también supo que el Mossad había descubierto la verdad y que tenía toda esa documentación en sus archivos. Israel entregó parte de esos documentos a los servicios secretos españoles como gesto de buena voluntad.
¿Y qué hizo el CNI ya con Zapatero en Moncloa?
Archivarlo.
Ocultarlo.
Enterrarlo en un cajón al que nadie pueda acceder jamás.
Esos documentos siguen hoy clasificados como uno de los secretos de Estado mejor guardados.
Años después, Marruecos accedió —indirectamente— a esa información. Y desde entonces tienen al Gobierno español cogido por el cuello. No solo a Sánchez. A cualquier gobierno socialista presente o futuro. Les basta con amenazar con sacar la verdad.
Marruecos no presiona con Pegasus.
Presiona con el 11M.
El atentado más grave en Europa desde la Segunda Guerra Mundial no fue obra de yihadistas, como se nos vendió sin una sola aparición de la palabra yihadista en la sentencia. No fueron cuatro árabes sin recursos recién llegados a España. Eso fue un relato para la opinión pública.
El CNI, el Mossad, Marruecos y quienes participaron lo saben.
Los españoles no.
Y ya es hora de que ese archivo se abra.
Gobierne quien gobierne.
Porque España merece saber en manos de quién está.
Nunca fue Pegasus la amenaza.
Siempre fue el 11M.
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