Altos cargos de Venezuela se esconden en Turquía tras dejar oro en Guinea

En Castillón Confidencial llevamos semanas siguiendo un rastro incómodo, de esos que muchos prefieren no mirar. Lo contamos ayer y hoy lo confirmamos con más pruebas: los altos cargos del régimen bolivariano están huyendo con el botín de Venezuela.

Mientras en Caracas se llenan la boca hablando de pactos, de acuerdos y de la supuesta “distensión” con Estados Unidos, la realidad es muy distinta. La realidad son aviones privados cargados de cajas metálicas enormes, con dinero en efectivo y lingotes de oro, que despegan hacia África.

El destino elegido no es Cuba ni Nicaragua, como muchos creían. Es Guinea. Allí, en aeropuertos discretos, descargan esas cajas. Oro y dólares que quedan depositados en territorio africano, lejos de los focos. Y tras cumplir esa primera misión, los jerarcas se suben de nuevo al avión y vuelan rumbo a Turquía.

En Turquía no se esconden en casas particulares ni en refugios improvisados. Se alojan en hoteles de lujo, protegidos por un dispositivo de seguridad tan férreo que ni las camareras de piso pueden entrar a limpiar las habitaciones. Usan alias como “VZLA” al registrarse. Una simple firma con esas siglas es suficiente para que todo el personal obedezca sin preguntar.

Pero por muy blindado que parezca el operativo, la información empieza a filtrarse. Fotos, testimonios y datos concretos que demuestran que lo que contamos aquí no es rumor, sino una fuga organizada del dinero de un país entero.

La hipocresía como método

Lo más escandaloso no es solo el robo, sino la hipocresía con la que se disfraza.
De puertas afuera, el discurso es siempre el mismo: resistir al imperialismo, proteger la soberanía, hablar del pueblo. De puertas adentro, sacar hasta el último lingote y dólar antes de que todo se hunda.

La mayoría del botín ya ha salido de Venezuela. Y nadie en los grandes medios lo cuenta. ¿Por qué? Porque incomoda. Porque señalar dónde van las fortunas robadas cuestiona alianzas, intereses económicos y hasta contratos energéticos.

En España sabemos bien de qué hablo. Lo vivimos con otros regímenes, con otras dictaduras que aquí se blanqueaban mientras dentro de sus países vaciaban las arcas. Guinea, Turquía… el mapa del saqueo se repite.

La conexión africana

Que el destino elegido sea Guinea no es casualidad. Hablamos de un país con tradición de acogida a fortunas turbias, donde el oro circula casi sin control y donde la discreción se compra a golpe de talonario. Allí se almacenan las cajas. Allí se oculta la parte más visible del botín.

Después llega el salto a Turquía, más estable, con hoteles de lujo, infraestructura y un gobierno dispuesto a mirar hacia otro lado. Una combinación perfecta para quienes huyen con dinero que no es suyo.

Lo que significa para Venezuela

Para el venezolano de a pie, que hace colas para conseguir pan, gasolina o medicinas, estas noticias son una bofetada. Porque mientras se repite el discurso de “resistencia revolucionaria”, los mismos que dicen defender al pueblo lo están abandonando.

El país se vacía de riqueza y de futuro, y los que deberían rendir cuentas ya tienen la vida asegurada a miles de kilómetros, rodeados de oro, dólares y escoltas.

Lo que significa para nosotros

Contar esto aquí, en España, también es importante. Porque lo que pasa en Venezuela no es un problema lejano. Sus alianzas políticas, sus pactos económicos y sus operaciones financieras tienen eco directo en Europa. Y porque la corrupción, sea en Caracas, en Malabo o en Estambul, acaba pagándola siempre el ciudadano corriente.

En este espacio vamos a seguir mostrando pruebas. Vamos a seguir enseñando lo que otros callan. Porque esa es la esencia de Castillón Confidencial: contar lo que incomoda, denunciar lo que otros esconden y poner luz en la oscuridad de la corrupción internacional.

Altos cargos venezolanos, oro, Guinea, Turquía. El triángulo del saqueo ya está trazado. Y aquí vamos a seguirlo hasta el final.

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