Koldo viaja como emisario secreto del presidente: ¿en nombre de quién?

Una simple grabación en un taxi ha hecho más por la verdad que años de ruedas de prensa.

El 23 de noviembre de 2023, la UCO graba a Koldo García, ex mano derecha de Ábalos, saliendo del Congreso tras reunirse con Pedro Sánchez y dirigiéndose —según sus propias palabras— a ver al director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras.

Durante el trayecto, Koldo empieza a desahogarse. Dice que ha estado con el presidente de Ecuador, que viajará a ver a Boric en Chile y después a la vicepresidencia argentina. Y que todo eso lo hace «en nombre de España». Pero… ¿con qué cargo? ¿A quién representa este hombre?

Miguel Ángel Pérez, periodista de Libertad Digital que destapó el audio, me lo contaba en directo:

“Koldo no es un simple correveidile. No solo se reúne con Ábalos, también tiene comunicación directa con Sánchez y con altos mandos de Policía, y eso queda registrado.”

Y lo más grave: dos años y medio después de salir del Ministerio de Transportes, sigue cerrando reuniones al más alto nivel internacional. ¿Quién abre esas puertas? ¿Quién hace las llamadas?

Aldama, cerebro de la trama Koldo, ya declaró que Koldo era el amigo personal de Sánchez. Y que incluso él mismo se extrañó de que lo mandaran a Transportes en lugar de colocarlo directamente en Moncloa. Todo encaja.

Entonces, ¿qué pinta este hombre viendo a jefes de Estado? ¿Por qué en Ecuador, Chile, Argentina… y luego Guinea Ecuatorial? ¿Qué se está negociando? ¿Comisiones? ¿Puertas giratorias internacionales?

La verdad está en los detalles: viajes internacionales, reuniones sin cargo oficial, y la cercanía directa con el presidente. No es una teoría. Lo ha dicho Koldo. Lo ha grabado la UCO. Lo ha publicado la prensa.

Y lo más revelador es la frase:

“Me la suda el dinero, la fama… solo quiero ver a mi hija.”
Sí, claro. Pero antes de irte a casa, te reúnes con el presidente de Ecuador, el de Chile y con Pardo Piqueras. Curioso descanso.

Esto exige una citación judicial inmediata. Porque si Koldo viaja por encargo, alguien muy arriba está tirando del hilo. Y si no viaja por encargo, ¿por qué lo reciben?

La única conclusión lógica es la que temíamos: Koldo nunca se fue. Y puede que siga siendo hoy el hombre de Sánchez.