La izquierda globalista tiene un plan para encerrarnos en casa y que tengamos miedo
Durante el programa de hoy he hablado con dos voces valientes y lúcidas: Azabache, artista y activista venezolana, y Julio Bronchal, perito psicólogo. Ambos coinciden en algo que muchos sospechamos: lo que vivimos no es casualidad, es un plan perfectamente diseñado.
Azabache lo explica sin rodeos:
“El globalismo y la izquierda internacional quieren que vivamos con miedo, encerrados y dependientes. Nos quieren más pobres, más asustados, más controlados. El objetivo es romper nuestra estructura moral.”
Desde su experiencia en América Latina, sabe de lo que habla. Recuerda cómo el socialismo del siglo XXI destruyó Venezuela y advierte que el mismo modelo se exporta a Europa: control económico, subvención como herramienta de sumisión y propaganda ideológica desde los medios.
“La izquierda globalista no le importa con quién te acuestas, le importa con quién haces negocio. Pagan hormonas, abortos o privilegios con dinero público, pero no hay dinero para los que trabajan. El Estado se convierte en un parásito moral.”
Julio Bronchal, por su parte, pone el foco en la inmigración descontrolada y el relativismo moral como instrumentos políticos:
“Los inmigrantes no son culpables, son peones de un tablero global. Los políticos globalistas los usan para destruir la cultura europea y diluir la identidad nacional. Es una estrategia de sustitución cultural.”
Bronchal recuerda que los datos de criminalidad y el silencio de los medios no son casuales. “Negar el problema y criminalizar al que lo menciona es parte del mecanismo de control. Es más fácil dominar a una sociedad culpable que a una libre.”
Ambos coinciden: el globalismo se infiltra en la educación, en el lenguaje y en las políticas de género. Todo bajo una apariencia de progreso. Pero detrás hay un mismo fin: una población dócil, desarraigada y manipulable.
“Nos quieren dependientes del Estado y desconectados entre nosotros. Sin raíces, sin familia, sin fe. Un pueblo sin identidad es un pueblo manejable”, concluye Bronchal.
Frente a eso, la respuesta no es el miedo, sino la conciencia.
Porque, como dijo Azabache en directo:
💬 Tu opinión cuenta: participa en los comentarios“Cuando el ciudadano se rinde, la tiranía avanza.”
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Despertamos conciencias, de acuerdo, Y cuantas más mejor. Pero cuando lleguen las elecciones, que llegarán, se plantea la gran pregunta. ¿Qué votar? Ha llegado un momento en que mires hacia el lado que mires te parecen todos iguales: Corruptos y de espaldas a la ciudadanía y sus necesidades.
Al menos yo no veo un político que me represente, en el que crea y confíe.
Necesitamos algo/alguien que nos haga tener ilusión de nuevo, que nos de esperanza en que las cosas de verdad pueden cambiar.
¿Existe ese alguien Albert?
Gracias por tu trabajo, gracias por dar luz a la verdad.