Levantamiento militar inminente en Venezuela contra Maduro

Hoy quiero hablarles de lo que considero un momento decisivo para Venezuela. Desde hace meses vengo advirtiendo que el ejército venezolano está más cerca que nunca de decirle adiós a Maduro. Y esta vez no lo digo yo solo: lo dicen los propios servicios de inteligencia norteamericanos y lo reconocen asesores cercanos a Donald Trump.

Ya en febrero adelantamos aquí que Estados Unidos negociaba con generales y coroneles del ejército bolivariano. Se les ofrecía impunidad, amnistía, dinero y hasta una nueva vida en suelo norteamericano a cambio de abandonar a Maduro. La otra opción es clara: o aceptan esa salida digna, o acabarán en prisión en EE.UU. por colaborar con el cártel de los Soles.

Un exagente de la CIA, Ronald Edo, explicó hace pocos días el motivo de la artillería pesada de submarinos, buques y aviones frente a las costas de Venezuela: respaldar un levantamiento militar cuando se produzca. Y no estarán solos. La logística estadounidense –satélites, aviones, tropas– entrará en juego en el momento en que los mandos decidan apoyar a María Corina Machado o a Edmundo González.

El propio Marco Rubio lo ha dicho con claridad: la única forma de que Maduro se mantenga ilegítimamente en el poder será con un derramamiento masivo de sangre. Y los soldados venezolanos tendrán que decidir si disparan contra su propio pueblo o si sirven de verdad a su patria.

Les confieso que un asesor de Trump me ha confirmado algo que aún no se ha publicado: los decomisos de cocaína y fentanilo en el Mar Caribe son ya brutales desde que EE.UU. desplegó tropas en la zona. Mientras Maduro intenta engañar con vídeos ridículos de soldados encontrando fardos en la playa, la realidad es que la narcodictadura está más acorralada que nunca.

Militares venezolanos en el exilio han difundido un mensaje histórico, pidiendo a sus compañeros que cumplan el juramento que hicieron en sus academias militares y detengan a los líderes de esta organización narcoterrorista. Pero el gran obstáculo sigue siendo la inteligencia cubana, que hace listas negras y encarcela a mandos sospechosos de pasarse al bando democrático.

En cualquier momento puede ocurrir. La caída de Maduro es inminente. El riesgo, ahora, es que lo sustituyan por un postchavista y no por quien ganó las elecciones: Edmundo González, o mejor aún, María Corina Machado. Esa es la batalla decisiva que se juega en estas horas. Y aquí estaremos para contárselo.