Paiporta: suben sueldos tras la riada… y los vecinos siguen con el barro en casa

Yo estuve allí. Caminé por las calles de Paiporta tras la gota fría. Vi los bajos inundados, los negocios arrasados, la desesperación en los ojos de los vecinos. Y aún siguen así, nueve meses después.

Y ¿qué hace el Ayuntamiento? Subirse el sueldo.
Han aprobado un aumento de medio millón de euros en año y medio. PSOE y Compromís, de la mano. Como si todo estuviera arreglado. Como si el municipio no siguiera lleno de lodo.

Y si alguien lo sabe bien es Alejandro Alonso, vecino de Paiporta, que ha recorrido conmigo esas calles y ha denunciado públicamente cómo las ayudas no llegan, las infraestructuras siguen dañadas y los políticos se preocupan más por camisetas moradas y asesores que por reparar lo que destrozó el agua.

El nuevo alcalde, Bisen Siscar, dice que no cobra sueldo. Pero rascas un poco y ves que se lleva 600 € por pleno, 350 por junta, 300 por cada reunión… y así suma un sueldo encubierto superior al que tendría como alcalde con nómina. Y esto, en un municipio que ni siquiera ha limpiado las alcantarillas.

En asesores, 260.000 € al año. En un pueblo de 27.000 habitantes. ¿Qué asesoran si no han hecho nada?

Y si hablamos de los municipios vecinos, peor todavía. En Benetússer, la alcaldesa cobra más de 100.000 € al año, y cuando vino la riada avisaron a los funcionarios para que se fueran a casa, pero no a los ciudadanos. Dejaron a los niños en el polideportivo mientras el agua subía.

¿Y sabes qué es lo peor? Que cuando una vecina de Paiporta pidió hablar en castellano en un pleno, el concejal del PSOE le respondió en valenciano y remató con un “pues te jodes”. Literal. Eso quedó grabado.

Las ayudas de Amancio Ortega aún no se han repartido enteras, y parte del dinero del Gobierno se ha destinado a comprar edificios ruinosos o convertirlos en oficinas para concejales en lugar de espacios para la juventud, como prometieron.

Esto no es política. Esto es indecencia.
Y lo cuento porque nadie más lo va a contar. Lo cuento por ellos. Por Alejandro, por los vecinos que siguen con barro en casa, mientras su alcalde hace números… para cobrar por reuniones.