José Luis Rancaño: “Riadas es el documental más visto en Amazon Prime gracias a los confidenciales”
Hay victorias que no aparecen en los telediarios, pero que demuestran el poder de una ciudadanía despierta.
Una de ellas es el éxito de Riadas, un documental producido por José Luis Rancaño, que ha alcanzado el primer puesto en Amazon Prime Video gracias al apoyo de los confidenciales, esos espectadores que ya no creen en los medios oficiales y buscan la verdad por su cuenta.
Hoy quise hablar con él para entender por qué una producción independiente, sin grandes presupuestos ni promoción institucional, ha conectado tanto con la gente.
La historia detrás de Riadas
Rancaño me contó que Riadas nació del silencio informativo.
“En 2021, cuando las inundaciones devastaron Navarra, Aragón y La Rioja, los medios apenas cubrieron el drama. Solo se hablaba del cambio climático, pero nadie se preguntaba por qué los ríos se desbordaron de forma tan brutal.”
El documental muestra testimonios de agricultores, vecinos y bomberos que vivieron aquella tragedia y que denuncian la manipulación del territorio y la mala gestión política.
“No fue una catástrofe natural, fue una catástrofe gestionada”, afirma Rancaño.
La censura silenciosa
Lo más revelador es que, al principio, Amazon rechazó el documental por “motivos técnicos”.
“Nos dijeron que no cumplía ciertos estándares de formato, pero el problema real era el contenido.
Denunciamos prácticas de geoingeniería, mala planificación hidráulica y decisiones políticas que agravaron las riadas.”
Tras meses de insistencia, lograron subirlo. Y entonces ocurrió algo inesperado: el público reaccionó en masa.
Miles de personas lo compartieron en redes, recomendándolo en grupos de Telegram y foros alternativos.
“En solo tres días subió al primer puesto en Amazon Prime España. Sin un euro de publicidad. Todo fue boca a boca. Los confidenciales lo hicieron posible.”
Una lección para los medios
Lo que demuestra Riadas es que la verdad encuentra su camino, aunque los grandes medios intenten enterrarla.
“La gente ya no quiere propaganda. Quiere hechos, datos, voces reales”, dice Rancaño.
“Y eso es lo que hemos hecho: dar voz a los que no tienen altavoz.”
Desde aquí, quiero agradecer a todos los que lo habéis visto, recomendado o compartido.
Cada visualización es un acto de resistencia informativa.
Cuando un documental hecho con honestidad logra superar a superproducciones internacionales, algo profundo está ocurriendo en la conciencia colectiva.
El poder ya no está en los despachos.
Está en los ciudadanos que investigan, difunden y se niegan a ser manipulados.
Y eso, amigos, es exactamente el espíritu de los confidenciales.
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