Los documentos que prueban que Hamás financió la flotilla española

Vivimos tiempos oscuros. La mayoría de los medios de comunicación internacionales se ponen del lado de Palestina y repiten como loros lo que dice un grupo terrorista como Hamás, sin cuestionar nada. Es insólito. Periodistas que deberían contrastar la información, asumiendo como verdad cualquier vídeo que emiten los terroristas.

Lo hemos visto con la llamada “flotilla española”, aplaudida por algunos como un gesto solidario. Pero cuando Israel interceptó a esa flotilla cerca de Gaza, lo que en realidad se destapó es algo mucho más grave: esas embarcaciones estaban financiadas directamente por Hamás. Y lo que parecía un simple gesto activista, se convirtió en un acto peligroso que casi provoca un conflicto internacional.

No es casualidad que la reacción internacional fuera coordinada en distintas capitales a la misma hora y con la misma violencia. No son protestas improvisadas, son acciones orquestadas por Hamás y financiadas con dinero público que, en parte, sale de los bolsillos de los españoles.

Israel ha presentado documentos incautados en Gaza que demuestran cómo Hamás financió la flotilla en la que viajaban Ada Colau y otros activistas propalestinos.

• El primer documento lo firma Ismail Haniyeh, jefe político de Hamás, y ordena la cooperación total del grupo con la PCPA (Conferencia Palestina para los Palestinos en el Extranjero), una especie de embajada de Hamás fuera de Gaza.
• El segundo documento identifica a varios operativos responsables de la financiación, entre ellos Zaher Birawi (jefe del PCPA en Reino Unido) y Saif Abu Kasch, representante de Hamás en España.
• Este último dirige la empresa Fiber Neptuno, con sede en nuestro país, que posee decenas de barcos de la flotilla.

Los documentos son claros: Hamás pagó los barcos, organizó la flotilla y la utilizó como plataforma propagandística internacional.

España, por su parte, sigue siendo uno de los países europeos más cercanos a Hamás, canalizando fondos públicos a ONGs vinculadas al grupo. De hecho, una partida de 300.000 euros de 2023 se destinó oficialmente a atención psicológica para presos palestinos en cárceles israelíes. En la práctica, como denunció el exdiputado Pablo Cambronero, ese dinero acaba sufragando a los psicólogos de los terroristas de Hamás.

La realidad es incómoda, pero hay que decirla: cada vez que usted paga impuestos en España, parte de ese dinero puede terminar financiando a un grupo terrorista. Lo que hoy parece una “fiestuqui” en el Mediterráneo con activistas sonrientes, mañana puede convertirse en un problema de seguridad internacional.