Begoña Gómez ya tiene la nacionalidad dominicana

Durante más de tres años y medio, este programa ha destapado informaciones que luego se han confirmado una a una. Hoy, se confirma una de las más graves y significativas: Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, ya tiene la nacionalidad dominicana.

Lo dijimos el 4 de abril de 2025, cuando nadie se atrevía a mencionarlo. Y entonces cayeron sobre nosotros todos los ataques posibles: los verificadores de Ana Pastor, los medios generalistas, los voceros del poder… todos nos señalaron como difusores de “bulos”. Seis meses después, Víctor de Aldama lo reconoce públicamente en Telemadrid, en una entrevista con Antonio Naranjo.
Dice que fuentes fiables del país caribeño le confirman que Begoña Gómez ha obtenido la nacionalidad dominicana. Es decir, exactamente lo que contamos nosotros medio año antes.

Pero la noticia no acaba ahí. En esa misma entrevista, Aldama —el empresario que volaba con Zapatero a Caracas y paseaba junto a Delsy Rodríguez— admite que el dinero de PDVSA financió a la Internacional Socialista.
Hablamos de 250 millones de dólares presuntamente pagados por el régimen de Maduro, ingresados en una cuenta en Moscú a nombre de un testaferro de José Luis Rodríguez Zapatero.
Y repito lo que dije en directo: basta ya de declaraciones televisivas. Que entregue el sobre al juez y que se demuestren las pruebas.

Si lo que cuenta Aldama es cierto, estamos ante algo mucho más que un caso aislado de corrupción. Estamos ante una organización criminal con ramificaciones internacionales, dirigida —según sus propias palabras— por Zapatero y Sánchez, y financiada por el narcoestado venezolano.

Durante años, este medio ha denunciado lo mismo que hoy confirman otros. Hemos recibido amenazas, presiones, pérdidas personales y profesionales. Pero seguimos aquí, porque alguien tiene que decirlo: España está gobernada por una red que mezcla política, negocios y narcotráfico.
Y mientras los jueces callan, mientras los medios subvencionados miran hacia otro lado, la verdad va saliendo, aunque sea a destiempo.

Por eso digo: menos platós y más juzgados. Menos televisión y más papeles sobre la mesa del juez.
Porque aunque ganemos pequeñas batallas, la guerra la siguen manejando ellos, y cada día que pasa, el poder permanece en las mismas manos.

Ojalá Aldama me escuche. Porque lo sabe todo. Y si de verdad quiere redimirse, debe hacerlo ante la justicia.
Mientras tanto, nosotros seguiremos aquí, en Castillón Confidencial, haciendo lo que siempre hemos hecho: contar lo que otros callan.

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