La marcha sobre Ceuta y Melilla: Marruecos juega al chantaje con el Monte Tropic

Hoy quiero centrarme en una entrevista que no debería pasar desapercibida. Hablamos con Taleb Alisalem, periodista saharaui, que nos ha confirmado algo que ya veníamos sospechando: Marruecos está utilizando la amenaza de una ocupación pacífica de Ceuta y Melilla como moneda de cambio.

¿El objetivo? Quedarse con el espacio aéreo saharaui y controlar el Monte Tropic, una zona de enorme interés geoestratégico por sus minerales, especialmente para potencias como Israel, Estados Unidos y los Emiratos Árabes. Marruecos les ha prometido acceso a esos recursos. Y para eso necesita presionar a España. La amenaza de la «marcha verde 2.0» no es el fin, es el instrumento.

Marruecos ha vaciado cárceles, trasladado vagabundos al Sáhara ocupado, y está construyendo infraestructuras portuarias en Dajla para explotar el subsuelo. Todo con una puesta en escena de país moderno ante el Mundial 2030. Pero mientras tanto, infiltra elementos desestabilizadores en Europa y activa redes de influencia entre la población inmigrante marroquí en España. Y cuidado: Taleb lo dijo claro. Muchos siguen siendo leales a Mohamed VI, incluso tras generaciones.

Taleb también lo explicó con lucidez: si el 17 de septiembre no se produce la marcha, puede ser peor. ¿Por qué? Porque eso significaría que Marruecos ha conseguido lo que quería sin mover un dedo. Algún tipo de cesión secreta. Puede que ya esté pactado. Y si se produce, Ceuta y Melilla están desprotegidas: no están bajo el paraguas de la OTAN, el Rey no las ha pisado en diez años, y el Gobierno guarda silencio. ¿Quién las defenderá?

Taleb no es un tertuliano cualquiera. Es un testigo directo. Y su denuncia es grave: Marruecos considera a España su enemigo. Utiliza la inmigración como arma híbrida. Y la UE, mientras tanto, sigue financiando al chantajista.

No podemos decir que no lo sabíamos. La amenaza está anunciada. La rendición, si ocurre, también será responsabilidad nuestra.