ZAPATERO TEME SER EXTRADITADO A EEUU

Los acontecimientos que suceden en Venezuela preocupan mucho en España. Preocupan porque aquí viven entre nosotros bolivarianos que han robado a los venezolanos y han hecho negocios: gasolineras, guardamuebles, propiedades que serán incautadas cuando los detenidos empiecen a confesar ante la Fiscalía de Estados Unidos. Y habrá detenidos, entre ellos miembros del gobierno de Maduro, incluido el propio Maduro. El cártel de los soles acabará soltando nombres para protegerse.

Uno de los que seguro será objetivo de esas declaraciones es José Luis Rodríguez Zapatero, y él lo sabe. Me cuentan que está de los nervios, con miedo. No a España, porque aquí lo tiene todo atado: Sánchez coloca a los suyos en la Fiscalía, en el Supremo, en los tribunales. El miedo viene de Estados Unidos, de la investigación de la CIA y la DEA. Zapatero sabe que su nombre aparecerá. Y también teme a los propios cárteles de la droga: si piensan que puede hablar demasiado, quizá decidan eliminar al testigo.

El expresidente ha reforzado su seguridad estos días en Lanzarote: una docena de escoltas custodiaban su chalé. Apenas salía a la calle y solo tuvo alguna reunión con Sánchez, a pocos kilómetros. El miedo es real.

Zapatero se ha enriquecido a cambio de tortura, dictadura, encarcelamientos y exilios de opositores como Edmundo González. Dinero sucio que, según fuentes, sirvió para pagar fincas como la de Aravaca, adquirida justo después de intermediar con Maduro en el rescate que debía Europa a Venezuela. Una y otra vez, cobrando favores.

Confidenciales en Caracas me aseguran: “Cuando se restablezca la democracia aquí en Venezuela, saldrá a la luz la verdad sobre concesiones en petróleo y en oro que se le otorgaron a Zapatero para actuar como intermediario, primero de Chávez, luego de Maduro”.

En Estados Unidos podrían citarle a declarar ante un tribunal. No sería extraño: Zapatero se ha erigido en portavoz de Maduro en Europa y China. Y lo que surja al investigar sus cuentas en República Dominicana o Venezuela podría arrastrar también a Baltasar Garzón, abogado de los testaferros de Maduro. Cuando esto estalle, veremos nombres de españoles que aparentan ser honorables, pero todos con una característica común: PSOE.

El miedo de Zapatero es comprensible. Pero lo que los ciudadanos queremos no son mártires, sino justicia y cárcel para quienes se han lucrado del dolor de los venezolanos y han manchado el nombre de España.